domingo, 27 de mayo de 2012

On and on 'till the day is off

La verdad es que me siento muy triste con la persona en la que me he convertido en el plano amoroso a veces. Siempre había creído en los cuentos de hadas, el príncipe azul... Pero al mismo tiempo soy una persona que me gusta ser libre, si un día quiero conocer a alguien me doy la oportunidad y no por eso quiero que se me juzgue con que veo de esa manera las relaciones, tan banales.
Creo que todo se reduce al poker. Siempre he sido malísima en el poker... Hago apuestas bajas con las cartas correctas pero cuando salen las cartas que están sobre la mesa resulta que mi apuesta baja vale mas de lo que pensaba y gano, pero muy poco. En cambio a veces puedo tener buenas cartas también y decido  hacer una apuesta alta... Entonces las cartas sobre la mesa salen malas y pierdo, todo lo que aposté a esas malditas cartas.
No se si el amor es cuestión de suerte como el poker... Pero lo que si se es que he hecho mal mis apuestas en el amor. Que confío demasiado o me dejo cegar por el poder de una ilusión que probablemente no esta ahí y solo la estoy construyendo en mi mente... Y cuando la realidad llega a flote me doy cuenta debí haber apostado mas por esas manos altas y menos por esas manos bajas.
Para que me entienda, soy muy soñadora... El susodicho me lo decía. Siempre decía que soñaba demasiado, confiaba demasiado en las personas y creía demasiado en las cosas irreales. Que debía plantar mas mis pies sobre la tierra si no, me iba a llevar muchas decepciones.

Todo esto me suena patetico, pero supongo que así vamos aprendiendo el valor que tenemos realmente.